En el setenta y cinco aniversario de la muerte de
Manuel Llano, y próxima la misma conmemoración del
final de la guerra civil, sale a la luz esta edición crítica
de Dolor de tierra verde preparada por Jesús
Herrán Ceballos, que presenta dos notables aportaciones
con respecto a las que se ha editado hasta ahora.
La primera, es que sigue fielmente el texto del manuscrito
original, incluyendo, incluso, en las notas a pie de página,
frases que tachó el autor pero que son perfectamente legibles
y añaden matices literarios de gran interés; la segunda,
que se ha ordenado cronológicamente con arreglo a las estaciones
del año, circunstancia ésta que ya había reclamado
en su día Celia Valbuena la mejor especialista en el
autor cántabro, pero que hasta ahora nadie había
abordado.
Desafortunadamente, nunca podremos saber con certeza
cómo había pensado ordenar esta obra Manuel Llano.
Las hojas del manuscrito original, sueltas y sin numerar, hacen
sospechar que aún no estaba completo, o que, en todo caso,
se hallaba pendiente de una reelaboración más profunda.
De cualquier manera, el desorden con el que se ha venido publicando
hasta ahora resulta evidente.
Con la edición de este libro en palabras
de Gerardo Diego, «tan hecho y tan deshecho, tan directo de
verdad geográfica y humana y tan reflejo de sensibilidad
creadora y poética» se ofrece un modo nuevo de
acercarse a la lectura de uno de los relatos más bellos que
se haya escrito nunca sobre nuestra amarga guerra civil.
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