Un buen día de mediados del siglo xxi, en la
República Tolerante de España, el nonagenario fraile
Malaquías Winkle, que ha vivido recluido en los últimos
años, despierta acusado de no haber comparecido a la eutanasia
reglamentaria que tod@ ciudadan@ debe practicar a la edad de 71
años. En las horas que transcurren durante los inevitables
trámites burocráticos encaminados a aplicar esta elemental
medida de igualdad, su anfitrión/a Cruz le guía en
su descenso a un dantesco purgatorio postmoderno, donde comprueba
cómo han evolucionado la infancia y juventud, la educación,
la política, la ética, la religión, el lenguaje
o la opinión pública en las últimas décadas.
La excepcionalidad de su caso se convierte en motivo de escándalo
entre los sectores más concienciados de la sociedad, y la
tercera fuerza política del país, IU (Islam Unido),
se plantea utilizarlo como moneda de cambio para chantajear al gobierno.
Solo yo me salvo es una sátira futurista
en clave de humor reducido al absurdo, que imagina una España
no muy lejana en la que tod@s l@s ciudadan@s han recibido una esmerada
educación en valores.
La novelita se acompaña de siete relatos en
orden inverso de extensión, en los que conocemos los dilemas
de un eterno opositor, asistimos a una película de la Disney,
comprobamos la resistencia de un universitario a donar sangre, nos
enzarzamos en debates metafísicos de tasca, nos solidarizamos
con los esfuerzos del profeta Jonás por encontrar editor,
o presenciamos la angustia del pequeño empresario que quizá
deba cerrar su negocio.
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